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sábado, 4 de noviembre de 2017

El propósito de los dones y milagros


Curso de formación Teología Pág. 104-107.
Por J.A. Torres Q.



Habitualmente cuando se habla del tópico “continuismo o cesacionismo” el debate se ciega rápidamente en los propios dones y quien los limita, y quien los “libera” o mantiene. En otras palabras, antes de hablar de lo anterior, lo que debe ser zanjado antes, es el propósito de los dones y de los milagros. Claramente la Biblia menciona milagros de todo tipo, sin embargo y, antes de entender el propósito de ellos, es necesario comprender los dos aspectos generales de los milagros  y la cuestión de la regla y excepción de los mismos. Primero, los milagros bíblicos pueden categorizarte en dos grandes tipos. A saber, los milagros que fueron operados a través de las propias leyes naturales (cf. Job. 1:6; Hec. 27:21-26; Pro. 3:5-6[1]), y los milagros que operaron por sobre[2] las leyes naturales, como lo fueron por ejemplo: el cruce del mar rojo, la protección de Daniel en el foso de los leones, la caída de los muros de Jericó, la reflotación del hacha con Eliseo etc., (cf. Éxo. 14; Jos. 5:13ss; Heb. 11:30; 2 Rey. 6:6-7). Históricamente la revelación escritural nos revela tres grandes épocas en donde los milagros fueron dados de manera especial y con un propósito definido; bien señala Saucy también, la clave para entender el propósito de los milagros está en el término “señal”, pues una señal apunta no hacia el milagro mismo, sino, hacia otra cosa. Señalar a algo, lo cual se observa en los tres grandes periodos en donde los milagros fueron dados de manera “continua.” Moisés hizo “señales” para que el pueblo supiera quién estaba con ellos (Éxo. 4:5,31).  Eliseo escuchó de la viuda de Sarepta: “Ahora conozco que tú eres un hombre de Dios y que la Palabra del Señor en tu boca es verdad” (1 Rey. 17:24).  Así, el mensaje (señal) y el mensajero (señalero) eran una amalgama que confirmaba a los verdaderos siervos de Dios, tal cual Elías hizo frente a los falsos profetas de Baal, quienes alcanzaron a ver quién era realmente el verdadero Dios y sus verdaderos siervos  (cf. 1 Rey 18:36)  (Saucy en Grudem 2004:109). No fue diferente en tiempos de Jesús y los discípulos. Cada milagro no era en sí, un fin, sino una señal, una credencial de veracidad mesiánica de Jesús y Su mensaje, y a la  vez, una muestra del reino de Dios prometido, no es casual que Nicodemo haya exclamado: “…nadie puede hacer las señales que tú haces si Dios no está con Él.” (Jn. 3:2). Nótese entonces, la siguiente ilustración diacrónica de las tres épocas intensivas de milagros y portentos dados por Dios. 


El primer periodo en donde los milagros fueron la “regla” por un tiempo, fue la época de Moisés y Josué. El propósito esencial de los milagros en esta época se relacionó esencialmente con la redención de Israel de Egipto y su supervivencia en el desierto por 40 años (cf. Núm. 17:11-13; 16:28-32; 20:11; 21:8-9). Las plagas no fueron entonces sólo una muestra del poder de un hombre, de un caudillo del pueblo esclavo (cf. Éxo. 4:3; 7:10; 7:8-11:1-10). A través de ellas, Dios doblegó a Faraón, y mostró su misericordia y poder para que su pueblo confiará en Él (Éxo. 11:9). Sucedió lo mismo con Josué durante la conquista de la tierra prometida, ocurrieron varios milagros que ratificaban que Israel era el pueblo del verdadero Dios, ante los pueblos paganos que tuvieron que derrotar (cf. Jos. 3:10-17; 4:18; 6:6-20; 10:12-14). El propósito de Dios entonces en esta época especial, fue proteger a su pueblo y esto, a pesar de las caídas del mismo, de manera que el propósito de Dios fue finalmente cumplido: “No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel;  todo se cumplió.” (Jos. 21:45).  Si bien es cierto Israel pudo disfrutar de la tierra prometida, la época de los jueces reveló la total apostasía que ya se había revelado con anterioridad en algunos hombres del pueblo (cf. Núm. 16; Jos. 7). De manera que en esta época —de los jueces— también hubo algunos milagros como fue el caso de Sansón, Gedeón, y en general de la mano de los jueces, fueron todos excepcionales y esto, sólo porque Dios en su misericordia quiso preservar a Su pueblo.

La segunda época de milagros evidentes, fue la época de los profetas Elías[3] (cf. 1 Rey. 17:1; 14-16; 22-23; 18:36; 2 Rey. 1:10-12; 2:8; Stg. 5:17-18), y Eliseo[4] (cf. 2 Rey. 2:21s; 24; 4:1-7;32-35; 5:10, 27;6:6,18,20;13:21), sin duda como señala  Don Fanning, el propósito de los milagros en esta época, estuvo relacionada con la apostasía de Israel. Explica Fanning: “En un tiempo de apostasía en la historia de Israel. Dios levantó dos profetas para aconsejar y exhortar a la nación. En medio de tanta religión falsa, necesitaron milagros para demostrar ser de Dios verdaderamente e identificarse con Moisés. Pero después de entregar sus mensajes, los milagros cesaron. Luego Eliseo, hubo muchos profetas, pero ninguna con el don de hacer milagros como Elías y Eliseo.” (Fanning 1990:39).  Finalmente, la tercera época, fue la época de Jesús y los apóstoles. Fue así que en una ocasión dijo a los fariseos: “…aunque no me creáis a mí,  creed a las obras,  para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí,  y yo en el Padre.” (Jn. 10:38).  De esta misma manera, Pedro explicó a su audiencia en pentecostés: Varones israelitas,  oíd estas palabras: Jesús nazareno,  varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas,  prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él,  como vosotros mismos sabéis…” (Hec. 2:22).   Así, y uniendo el pasaje de Juan 20:30-31[5], podemos constatar que el propósito de las señales en tiempos de Cristo y los apóstoles (2 Cor. 12:12) fue triple. Primero, para confirmar que Jesús era el Cristo (Mt. 8:1-4; 9:1-8; Lc. 5:17-26; Mt. 8:23-27) aprobado por Dios, el Dios encarnando, el Emanuel entre (Mesías) “nosotros” (Isa. 53:4; Mt. 1:23). Segundo, para autentificar el mensaje de Cristo y sus apóstoles y tercero, para demostrar las características del reino venidero, bien señala el profesor Beyer:

“Con los milagros, Jesús señala que el mundo es imperfecto y necesita salvación y restableciendo. Sus curaciones p.e., revelan el desorden y la destrucción de toda la creación. El pecado destruyó la perfección divina de la creación. Con los milagros, Jesús anuncia la llegada de una nueva etapa, el reino de Dios (Mt. 12:28). […] De  esta manera los milagros son un anticipo de la victoria final de Dios y la perfección del Reino venidero que comenzó con el  mesías” (Beyer  2009:79)

Así, los apóstoles después de la muerte de Jesús habiendo sido dotados (2 Cor. 12:12) con la capacidad para hacer “señales, prodigios y milagros” (Hec. 5:12-16; 9:36-42; 8:12↔21:8; 19:11-12; Gál. 3:5), no tuvieron otro propósito que el inicial, confirmar la veracidad del evangelio  y la verdad del Mesías[6], Jesucristo. El autor de hebreos en este sentido escribió: “¿cómo escaparemos nosotros,  si descuidamos una salvación tan grande?  La cual,  habiendo sido anunciada primeramente por el Señor,  nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos,  con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.” (Heb. 2:3-4).  Bien capitula Fanning:

“En cada una de las tres épocas de milagros los dos propósitos son cumplidos por medio de señales. En cada ocasión las señales terminaron cuando hubieron cumplido su confirmación. La iglesia primitiva quedó convencida de que el mensaje de los apóstoles tenía la autoridad… de Jesús. Por esto [después] “…perseveraban en la doctrina de los apóstoles” (Hch. 2:42)” (Fanning 1990:40).

Como último comentario aquí, es interesante observar el relato de Marcos relacionado con los milagros de Jesús. Por ejemplo. Jack Dean Kingsbury en su libro “Conflicto en Marcos” destaca los títulos de Jesús, como: “Hijo de David”, “Hijo de Dios”, mencionado una particularidad entre los sinópticos. Esto es, que aun  los mismos demonios reconocieron que  Jesús era el Hijo de David.  Lo anterior, es descrito por el autor con un enfoque “contrapuntista” que según él usó Marcos para revelar dos polos opuestos. Primero, los hombres no saben nada de Dios, pero los entes espirituales, en este caso, los demonios sí reconocen quien es este Jesús.  En este sentido Marcos —según Kingsbury— contrapone el conocimiento natural, al sobrenatural destacando que  Marcos presenta un aspecto panorámico de esto a través de las preguntas que registra. ¿Quién es Jesús? Preguntan unos (Mr. 1:27-28). Los letrados inquieren: ¿Quién es éste? ¿Cómo puede perdonar pecados? (Mr. 4:35ss). Los aldeanos investigan: ¿no es este el hijo el carpintero? (Mr. 6:1ss). Sin embargo, hay otro aspecto en el evangelio de Marcos que también es peculiar en todo el relato. Cada vez que Jesús sanó a alguien (no todas las veces) ordenaba tácitamente  no comentarlo a nadie (1:43-44; 5:43; 7:36, 9:9 etc.) dando una pista implícita del porqué: «…“sino” cuando el Hijo del Hombre hubiese resucitado…» (9:9b). Esto subraya aun más, que los milagros no fueron el propósito  principal, todo —y en palabras del Jesús— tenía que apuntar al milagro de los milagros, la muerte y resurrección de Jesús, para el perdón de los pecados. Éste fue y sigue siendo el milagro atemporal vigente que el NT destaca en todas sus páginas con el cual Dios manda a los hombres de todo lugar a obedecer, para la "sanidad" espiritual de los pecadores (cf. Hec. 17:30s; Mr. 1:14s). Finalmente el NT revela una cuarta época de milagros, sin embargo dicha etapa nada tienen que ver con un resurgimiento de los milagros apostólicos, sino mas bien, una etapa de juicio de parte de Dios. Pablo describiendo los últimos días antes del arrebatamiento de la iglesia, escribió:

“Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene,  a fin de que a su debido tiempo se manifieste. Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad;  sólo que hay quien al presente lo detiene,  hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo,  a quien el Señor matará con el espíritu de su boca,  y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás,  con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden,  por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso,  para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad,  sino que se complacieron en la injusticia.” (2 Tes. 2:6-12). 

Pero ya está en acción el ministerio de la iniquidad…”, ya en el 51 d.C., el apóstol Pablo advertía a los tesalonicenses y a la iglesia en general, que el ministerio de la iniquidad, la obra de Satanás aun estaba en acción. Sin embargo, al presente, el presente histórico de Pablo, que por extensión es nuestro presente, Pablo subrayó que, hay alguien que lo detiene. Esto es, Satanás no solamente fue desarmado y limitado en la cruz, sino que a través del Espíritu Santo está restringido en sus operaciones, sin embargo esto no será siempre así.


Habrá un momento que el que lo detiene aun hoy, será “quitado” de en medio, para que el programa satánico siga su curso, época que de acuerdo al análisis de Pablo en esta carta corresponde a la aparición del inicuo (2 Tes. 2:3-4; Dan. 7:25; 1 Jn. 1:18; Apo. 13:11), el anticristo que  justamente aparecerá en escena de manera “mesiánica” con gran poder, señales y prodigios, añade Pablo, prodigios mentirosos y engaños para aquellos que siempre ha sido fascinados con lo “sobrenatural”, aquellos que no han mirado el milagro de los milagros (la cruz) y que en aquellos días (aun nuestros días) persiguen aun, los secundario, como lo primario; a pesar que estos milagros son impulsados por el propio Satanás (2 Tes. 2:9), el texto señala claramente que es Dios que les enviará poder engañoso,  para que todos aquellos incrédulos, aun muchos religiosos encandilados con lo milagroso, crean a estos “milagros”, esto, a fin de que sean condenados todos aquellos que no creyeron a la verdad sino que siguiendo lo “espectacular”, siguieron complaciéndose en la injusticia (2 Tes. 2:10-12). Sin bien es cierto el clímax de todo este engaño tendrá su máximo fulgor a principios de la tribulación, la ante sala de ello, la estamos viviendo al presente con la irrupción de los falsos apóstoles y profetas, que promueve hoy no sólo sanidades y milagros, sino que también  engaños concretos tocantes a las ofrendas y pactos; artificios típicos en estos círculos, lo cual, ha arrastrado a muchos a estos lugares, engañados —y diríamos también— enceguecidos por lo que “recibirán”. Por todo esto, ignorar el propósito de los milagros que la Escritura nos revela de manera diacrónica, y aun escatológica, es también un catalizador que revela quién realmente es un creyente, y quién busca solamente los “beneficios” del cristianismo, un cristianismo distorsionado que ofrece el cielo, milagros y sanidades que claramente no vienen de Dios.  Ahora, ¿puede Dios hoy sanar? ¡Por supuesto! El punto es, ¿es parte de los propósitos de Dios hoy, que los milagros y sanidades continúen como en el primer siglo? La historia Bíblica revela que el poder de Dios siempre fue atemporal, sin embargo, sus propósitos no fueron siempre los mismos. Sin duda Dios puede sanar hoy, y lo hace de acuerdo a Su voluntad, sin embargo Él también usa la “enfermedad” como medio de santificación para sus hijos (cf. 2 Cor. 12:9ss; 1 Tim. 5:23), y a veces también, como juicio (cf. 1 Cor. 11:28-32). Sin duda la Biblia no nos prohíbe orar por la sanidad de alguien, sin embargo el énfasis en ello debe ser, “Señor, que se haga tu voluntad.”





Bibliografía

Beyer, Hartmut 2009. Los sinópticos. Material de Estudio. Temuco: ICAT.
Beyer, Hartmut 2009. Las Cartas Pastorales, 1 Timoteo-2 Timoteo-Tito. Material de Estudio. Temuco: ICAT
Enns, Paul 2010. Compendio Portavoz de Teología. Grand Rapids, MI: Portavoz.
Fanning, Don 1990. ¿Qué dice la Biblia de los dones vigentes? Buenos Aires, Argentina: Águila.
Grudem, Wayne 1994 .Teología Sistemática, una introducción a la doctrina bíblica. Miami, FL: Vida.





[1] De las circunstancias cf. Rom. 8:28. 
[2] Escribe Don Fanning: “Si Alguien se cayó de un avión y por “suerte” cae en un árbol sobreviviendo “milagrosamente”, no ha violado ninguna ley de la naturaleza. La providencia de Dios lo protegió y es posible que esto ocurra. La segunda clasificación de los milagros, son aquellas cosas que en cualquier circunstancia natural, con todas las coincidencias que se pudieran imaginar, serían imposibles.” (Fanning  1990:38).
[3] 1. La sequía (1 Rey. 17:1; Stg. 5:17) 2. La harina y el aceite se multiplican (1 Rey. 17:14) 3. El niño revive (1 Rey. 17:22) 4. El holocausto es consumido (1 Rey. 18:38) 5.  Los capitanes y sus hombres son consumidos por el fuego (2 Rey. 1:10) 6. Cae lluvia (1 Rey. 18:41) 7. Las aguas del Jordán se dividen (2 Rey. 2:8).
[4] Para Eliseo, véase 2 Reyes 2-13. 
[5]Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos,  las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo,  el Hijo de Dios,  y para que creyendo,  tengáis vida en su nombre.” (Jn. 20:30-31).
[6] Los milagros destacaron y comprobaron el poder y la autoridad de Jesucristo como enviado de Dios y como mesías  Mt. 8:17↔ Isa. 53:4; Mt. 11:5-Lc. 7:22↔ Isa. 35:5-6; Lc. 4:18ss↔ Isa. 61:1-2 (Beyer 2009:79).

domingo, 8 de octubre de 2017

Cristián Nieto: "El libre albedrío". Archivo relativo al Te Deum 2017

Cristián Nieto, “Director de Comunicaciones del Concilio de las Iglesias Evangélicas”, y sus palabras posteriormente a la polémica del “Te Deum” (“A ti Dios”) 2017  (Catedral Pentecostal de Chile, “Jotabeche” Santiago, Chile) frente  Viviana Encina —presentadora de noticias en CNN Chile—  por los dichos emitidos por el “Diácono” Eduardo Durán en dicha reunión —además aquellos días—  candidato a diputado de “Chile Vamos”[1] y relacionador público de la misma  “Catedral Evangélica de Chile” (Jotabeche). La pregunta literal de la periodista aludida, incluyendo en ello su  introducción, fue literalmente:

“Ahora, lo que usted dice [Nieto: La iglesia no puede hacerse cargo de los estados emocionales de las personas] finalmente aquí, se distorsionó el rol que tienen ustedes como iglesia de poder manifestar su postura. Nadie ha cuestionado, o muchas de la voces que han dado una respecta a lo ocurrido ahí [Te Deum 2017] que se pueda expresar, efectivamente la visión que pueda tener el mundo evangélico respecto a diversos temas. Acá hay un cuestionamientos al tono, y en particular esto tiene que ver con la figura del diacono Duran. Porque él además es militante de Renovación Nacional, candidato a diputado y desde otros sectores de la iglesia evangélica han señalado que aquí hubo más bien una encerrona política y es más, cuestionan de  hecho que él haya tenido la posibilidad de tener así, un lugar para poder expresar ciertas opiniones porque no tiene un cargo eclesiástico. Entonces:   ¿Cómo responden a esos cuestionamientos que han venido desde la propia iglesia evangélica, desde otros sectores que son ellos los que han planteado que aquí finalmente hubo una encerrona política a la presidenta?” (Viviana Encina  2017:1, min. 4:03 hasta 5:01).

        La respuesta de Nieto  a la periodista, cuestión que deja ver no sólo el ribete político de la misma, sino de manera esencial, una convicción vigente en el “movimiento” pentecostal.

“Bueno yo… respecto de eso, le voy a dar para una misma pregunta dos respuestas. La primera.  Es que como yo soy cristiano. Creo, y asumo el libre albedrío en toda su totalidad, en consecuencia, lo que diga un pastor o dos pastores, distinto a lo que nosotros estamos sosteniendo me parece totalmente legítimo… (Cristián Nieto, [“Director de Comunicaciones del Concilio de las Iglesias Evangélicas” 2017]” Min. 504 al 5:24).

     Estas declaraciones las puede revisar en el siguiente archivo.





[1] Chile Vamos” es una coalición política chilena que agrupa a cuatro partidos de centro, centroderecha y derecha. Creada el 29 de enero de 2015.







miércoles, 9 de agosto de 2017

Timothy Keller, una breve reflexión sobre su teoría de una creación evolutiva teísta

Por Joel Torres


Timothy (Tim)  Keller, es sin duda hoy en día uno de los teólogos de “moda”; abundan sus libros en diferentes librerías cristianas. Sin duda no se trata de un teólogo básico o por decirlo de alguna manera, una estrella fugaz como lo fue  Rob Bell (Nooma). Sin embargo al igual que Bell en su momento, Keller es seguido por muchos cristianos en el día de hoy tal cual lo fue Bell, y por cierto, tiene algo de méritos al respecto, pues no todo lo que él escribe es sin duda cuestionable. Sin embargo al igual que Bell, Keller no tiene muchos reparos en decir lo que piensa, lo cual es sin duda bueno en un contexto en donde cuando se es conocido habitualmente ser sincero aun en círculos cristianos, tiene un costo “político” cristiano no menor que hace que muchos queden en el closet con sus posturas para no perder cierto “renombre”. No obstante Keller no solamente es sincero —diríamos— es demasiado sincero y no oculta aun  sus “redescubrimientos” teológicos en contra posición a lo que el cristianismo tradicional en general considera ortodoxo. Sí, en este caso Keller plantea sin mayores disimulos lo que considera pudo haber sido la creación en su artículo: “Creation, Evolution, andChristian Laypeople”,  lo cual no lo plantea de manera ambigua, sino concretamente como una teoría que los “cristianos” deberíamos considerar, esto es, que Dios usó de una especie de evolución biológica (EBP) para crear el mundo. ¿Qué es lo que plantea entonces Keller? No pretendemos hacer un análisis acabado de la teoría de Keller, pero sí comentar algunos aspectos de su artículo aludido, considerando lo que creemos son sus debilidades.   

       La interpretación de Keller o al menos lo que logramos captar en su papers, es que postula considerar una  especie de integracionismo, al menos, lo notamos sutilmente por ejemplo, cuando dice: “A pesar de que en este artículo sostengo la importancia de la creencia en una [interpretación]  literal de Adán y Eva, he demostrado [también]  que hay varias formas de hacer que eso [se mantenga] y todavía creer que Dios [ha] usado la EBP [evolución biológica evolutiva][1]. Lo que se observa en esta declaración y, en su primera línea, es un abandono del dogmatismo hermenéutico histórico al respecto  pues Keller sostiene la “importancia” de la creencia literal de Adán y Eva pero no como un estándar narrativo  verídico de facto. De hecho, va a decir que Génesis 1 no enseña necesariamente que Dios hizo al mundo en seis días de 24 horas (pág. 5), lo cual es sin duda una condescendencia protocolar a la “ciencia” para que el “clero” protestante y aun el “laico” no sea demasiado “fundamentalista (tradicional)” en cuanto a la literalidad del Génesis.  Así, y en sus declaraciones finales, revela luces de un   integracionismo sutil —como lo pretende la psicología “cristiana”— pues va a señalar  que: «Mi conclusión es que los cristianos que están tratando de correlacionar la Escritura y la ciencia  deberían [tener]  una “Tienda más grande” [mentalidad más amplia?]…”; ¿y para qué? Añade: …he demostrado  que hay varias formas de hacer que eso [se mantenga] y todavía creer que Dios [ha] usado la EBP [evolución biológica]»[2]


      La verdad de las cosas es que el texto es  un poco azaroso algunas veces, lamentablemente creo que la interpretación de Keller, es también quizás un poco ambigua, pues parte sus líneas contraponiendo el debate bajo los dogmatismos propios de los bandos[3]. De manera que la base de su artículo se pavimenta para que el lector de partida, considere un supuesto equilibro ignorado para que  baje la guardia y pondere algunas premisas de la “ciencia”. Segundo, de la misma manera que trata el tema de la “homosexualidad”[4], noto una ambigüedad política por un lado, y quizás también, luces de una argumentación dialéctica. Esto es, da dos pasos hacia atrás diciendo (suavemente) que la literalidad del Génesis es (ahora) “importante”, pero a reglón seguido —dialécticamente— va a dar tres pasos hacia adelante para sugerir al laicado y “clero” protestante considerar la posibilidad de que Dios pudo haber usado la  evolución biológica, lo cual revela la intención de su propuesta. Tercero, sin duda la Biblia no está en contra posición con la ciencia, al menos, la ciencia ortodoxa, no obstante, el punto que Keller aparentemente quiere presentar a sus lectores es que consideremos una propuesta más bien filosófica de la ciencia, pues minimiza el postulado basal de la EBP (evolución biológica) bajo un concepto mas “amigable” pero también, semánticamente  audaz, la evolución biológica. Y esto último es una cuarta debilidad de este artículo. Keller no explica los matices de la teoría de la evolución al presente. Evolución (“selección natural”), Macro-evolución, micro evolución, gradualismo, adaptación; además, ¿a qué se refiere él con EBP (evolución biológica evolutiva)?

De acuerdo a la definición de evolución biológica, esta señala que: “La evolución biológica es el proceso histórico de transformación de unas especies en otras especies descendientes, y su reverso es la extinción de la gran mayoría de las especies que han existido.[5] Si esto es así, y es lo que está ponderando Keller sus lectores debemos preguntarnos, ¿está sugiriendo Keller concretamente que no debiéramos descartar que Dios también pudo haber usado una especie de EBP? ¿Está sugiriendo  que no debiéramos descartar que Dios dejó el reloj andando con macro evolución? De acuerdo a la actual definición de EBP (evolución biológica evolutiva) en la educación primaria deberíamos considerar necesariamente también, los millones de años,  así, el profesor evolutivo en línea nos dice: La evolución biológica es, posiblemente, el proceso más importante que afecta a los seres que viven en la Tierra. Un proceso que se prolonga mucho en el tiempo y tarda miles e, incluso, millones de años en manifestarse.[6] Nótese: Un proceso que se prolonga mucho en el tiempo y tarda miles e, incluso, millones de años…”; lo anterior sin duda es necesario para sustentar no la adaptación de las especies, sino lisillanamente  “la evolución de las especies”. Si esto es así, entonces Keller está siendo amable —por así decirlo—  con la propuesta filosófica de esta teoría “científica” que no es científica, pues no existe, y jamás se ha dado dicha evolución de las especies, el cambio en el genotipo, un cambio morfofisiológico. El mismo Darwin que utilizó principalmente palomas para “probar” o “dar fe” de su teoría, reconoció que aunque había más de 80 clases de palomas, con diferencias en el pico, las alas, el pecho y el pelaje y color, eran siempre palomas (Aburto).

Permítanos una breve explicación de esto. Como bien lo clarifica Jonathan Aburto —especialista en Morfología y Anatomía Patológica— “…obviamente hay cambios de genes  para la adaptación. Pero, no hay cambio de especies. O sea, una bacteria que se hace resistente a un antibiótico (por ejemplo, escherichia coli resistente) va a cambiar los genes de adaptación de su pared celular para que el medicamento no la mate. Pero, nunca va a dejar de ser escherichia coli (su especie). Ni menos dejará de ser una bacteria. Los organismos se adaptan, evolucionan. Pero, entendiendo evolución como adaptación, nunca como un cambio de género. Es decir, la bacteria por más multirresistencia que tenga a un antibiótico, jamás dejará de tener el genoma y genotipo bacteriano.[7] En consecuencia, Keller si en verdad quiere que los creyentes ponderemos una cuidadosa integración al respecto, entonces queda examinar hasta que punto su propuesta debe tomarse en serio.

Por último, Keller no menciona el estándar que hoy tiene la base de la EBE, la evolución darwiniana, pues hace años que aun los propios científicos seculares[8]  la han desacreditado; aun más, Keller no pone en el banquillo de los acusados al ente filosófico de fondo para tratar esta propuesta como lo que es, una “teoría”,  lo cual revela que en algún sentido ha dado cabida a esta “suposición”  para que sus lectores le abran la puerta a algunas propuestas  evolutivas a través del  integracionismo “cauteloso”,  ignorando también que sea como sea, las teorías nacidas del darwinismo como lo es la EBE se basan también en una especie de fe, en el día de hoy, una fe imponente, a veces avasalladora si no se consideran sus “doctrinas”;  en efecto, y como dijera muy bien la  científica atea Lynn Margulis: “Será recordado el darwinismo como una  secta religiosa menor del siglo XX.


      Siendo concretos también,  sin duda estoy  en desacuerdo con el artículo de Keller, y esto,  no sólo con la ambigüedad  que estila; sino también  con su propuesta concreta de que hay una especie de EBE que los creyentes “debiéramos” aceptar. Ahora, según una interpretación literal histórica gramatical del génesis,  la frase  וַיֹּ֥אמֶר אֱלֹהִ֖ים     y Dios dijo”—que aparece a lo menos 26 veces en Génesis— supone en primera instancia, una creación ex nihilo que tiene su existencia de facto a la voz de Dios. Esto último incluye la noción de que muchas veces se usa el imperfecto del verbo הָיָה  (hayah) pues el “sea” (imperativo) de Dios es la causa de la existencia de la creación, lo cual y a nuestro parecer excluye todo tipo de proceso evolutivo, entendiendo este último término como lo plantean los evolucionistas; además el autor bíblico  usa este modo verbal desde el punto de vista del que escribe cuando ya los hechos han sido realizados (NTP narración de tiempo pasado). Como señala Carl Keil, “…las obras de la creación comienzan con las palabras וַיֹּ֥אמֶר אֱלֹהִ֖ים [y dijo Dios] esto es; las  palabras de Dios son existenciales, Él habla y está hecho[9]. Dicho de otro modo,  Dios dijo y fue, de modo que aun los animales y plantas  fueron hechos en el acto, no a través de un proceso evolutivo el mismo día de la creación; cambios adaptativos después quizás pudieron existir como es propio de toda especie, pero procesos evolutivos continuos  creemos con certeza que no, pues y,  como hemos señalado, la frase “Dios dijo y fue...” es concretamente decretiva. Si bien es cierto, frases como  “Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.” (Gén. 1:3) RV60 son traducidas por algunas versiones como “sugiriendo” un acción paulatina como lo hace NVI («Y dijo Dios: “¡Que exista la luz!» Y la luz llegó a existir”»). El giro hebreo יְהִ֣י א֑וֹר וַֽיְהִי־אֽוֹר (yehi or vayehi-or)  “sea  luz, y fue luz”  descarta una respuesta al mandato divino de manera  progresiva (*evolutiva); más bien la idea que comunica el verbo “…fue luz”, plantea una creación de facto. Y esto, sin considerar que a pesar que es un Qal imperfecto (acción en progreso), el verbo contiene una vav consecutiva, o, como se las llama en las gramáticas tradicionales, una “vav conversiva”  que tiene la particularidad de cambiar el tiempo verbal, en este caso, de imperfecto (acciones en progreso, no terminadas), a perfecto (acciones concluidas, acabadas), cuestión que subraya justamente, una creación en el acto.  

            Una segunda aprensión y final al artículo de Keller, es que no creer que el relato del Génesis es literal y con seguridad fuera de toda ambigüedad  es simplemente arrojar una sombra sutil sobre la Biblia y la base histórica de los hechos reales que dan sentido a doctrinas como el pecado original, el juicio de Dios, la depravación humana, y por sobre todo, la salvación desde el proto-evangelio hasta su desarrollo en el NT.  Cuando el Génesis, dice: “El séptimo día concluyó Dios la obra que hizo…”  (Gen 2:2), el יוֹם (yom) es una alusión normal a un día de 24 horas[10] (Brown, Driver y Briggs). Como señala —por ejemplo— Han: “Fuera de Génesis 1, “noche” se usa con yom 53 veces y cada vez significa un día normal. ¿Por qué sería génesis 1 la excepción? Incluso el uso de la palabra Luz con yom en este pasaje determina el significado como un día normal.[11]

Como hemos dicho, creo que la ambigüedad y propuesta de Keller —siendo caritativo— sigue los primeros pasos que en su momento Stott tomó para proponer en sus últimos días el aniquilacionismo, y la novedad “académica” que N.T. Wright tomó, para presentarnos la “rueda” no descubierta por el cristianismo reformado histórico  tocante a la correcta interpretación de la “justificación”, lo cual y en el caso de Keller, debemos considerar con cuidado, porque, ¿no es acaso su propuesta una forma de aceptar una especie neo-darwinismo solapado? En efecto, fue  el genetista ucraniano  padre de la síntesis evolutiva moderna Theodosious Dobzhansky (1900-1975) quien dijo: “Nada tiene sentido en biología si no es a la luz de la evolución...” lo cual Keller al parecer ha pasado por alto. 












[1] Keller Timothy 2016. Una evaluación del artículo “The White Papers” (pág. 13). https://biologos.org/uploads/projects/Keller_white_paper.pdf
[2] Op. cit. (pág. 13).
[3] “Muchas voces evangélicas seculares y muchos coinciden en un obviedad -que si usted es un Cristiano ortodoxo con un alto concepto de la autoridad de la Biblia, no se puede creer en la evolución de ninguna manera en absoluto.  […] Si tú crees en Dios, no se puede creer en la evolución. Si usted cree en la evolución, no se puede creer en Dios. Esto crea un problema tanto para los escépticos y creyentes”  óp. cit. (pág. 4).
[4]  Véase aquí https://www.youtube.com/watch?v=0SkG6n4PqHA [consultado el 29.09.2016]
[5] Barbadilla Antonio [s/f]. La evolución biológica. Departamento de Genética y Microbiología.  Universidad Autónoma de Barcelona. Internet URL:  http://bioinformatica.uab.es/divulgacio/evol.html [consultado el 29.09.2016]
[6] El profesor en línea, 2015. Pruebas de la evolución de las especies. Internet URL:
 http://www.profesorenlinea.cl/Ciencias/EvolucionPruebas.htm [consultado el 30.09.2016]
[7] Conversación  acerca del tema.
[8] Wernher von Braun, Luis Pasteur, Isaac Newton, Robert Boyle, Michael Faraday, Lord Kelvin, James Maxwell y Samuel Morse etc.
[9] Keil, Carl y  Delitzsch, Comentario al Texto Hebreo, del  Antiguo Testamento (Viladecavalls, Barcelona, 2008), p. 34.
[10] Brown, Driver y Briggs,  A Hebrew and English Lexicon of the Old Testament (Oxford Clarendon Press, 1951), p. 398
[11] Han, Ken y Sarfati, Jonathan y Wieland Carl, El libro de las respuestas  (Florence, KY, 2002), p. 35

sábado, 17 de junio de 2017

La deidad del Hijo y las implicancias del nombre Emanuel

Por J.A. Torres Q.


Hay varios versículos que hablan de la deidad de Cristo, a través de sus títulos[1] (Jn. 1:1-14; Heb. 1:1-4), o nombres divinos (Heb. 1:1-4, 8; Isa. 7:14s; 9:6-7), sus atributos y sus obras (Col. 1:16; Heb.1:2s “Creador”, “Sustentador”) como los pasajes mencionados anteriormente.  Filipenses 2:6 es categórico en este sentido: “…el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse. (Fil. 2:6). El cual, “…siendo en forma de Dios…”;  el texto griego señala ὃς ἐν μορφῇ θεοῦ ὑπάρχων (jos èn morfẽ theũ jupárjon) enfatizando con el presente participio activo ὑπάρχω (jupárjo)[2] que, “el cual, Cristo” en su forma humana, seguía existiendo como Dios. Así Robertson señala de esta cláusula: “Tenemos aquí una clara declaración de Pablo de la deidad de Cristo” (Robertson 2003:517). La segunda declaración es aun más enfática en este sentido. El texto griego literalmente señala: [el cual, Cristo] no bien precioso consideró el ser igual a Dios” (Millos 2016:151). Jesús pudo haber usado de una prerrogativa divina de sostén frente a su difícil misión, el cual era el hecho de que en su condición humana, era y seguía siendo Dios. Pablo lo expresa llanamente diciendo  τὸ εἶναι ἶσα θεῷ (tò eĩnai ĩsa Theõ) “el ser igual a Dios”, usando el presente infinitivo activo del verbo εἰμί (eímí) “ser, existir”; y el adjetivo —en sentido adverbial— nominativo neutro plural de ἴσος (ĩsos cf. [Apo. 21:16]) aquí, como ἶσα (ĩsa) “igual” a Dios. Bien señala R. E. Brown y J. A. Fitzmyer et al.: “El que era igual a Dios no dejó de ser tal al hacerse hombre y humillarse (cf. 2 Cor 8,9; Heb 5,8).” (Brown & Fitzmyer et al. 1972III:633). Quizás uno de los versículos  —no tan usados— son las alusiones paralelas de Isaías 7:14s y su respectivo paralelo novotestamentario de Mateo 1:23. Algunas líneas al respecto demuestran claramente que la deidad de Cristo es otra doctrina ortodoxa de las Escrituras y por ende, del cristianismo. Isaías 7:14 señala entonces: “…He aquí que la virgen concebirá,  y dará a luz un hijo,  y llamará su nombre Emanuel.” (Isa. 7:14). עִמָּ֥נוּ אֵֽל (emanu-él) “Dios con nosotros”. Jesús es Dios entre nosotros. En Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad (cf. Isa. 7:14; 8:8-10; Mt. 1:23). Este nombre indica que Jesús es más que un hombre. Él también es Dios. Isaías dijo que el niño que iba a nacer de la virgen sería llamado עִמָּ֥נוּ אֵֽל  (emanu-él): (Isa. 7:14, 9:3). Él es el resplandor de la gloria de Dios y la representación exacta de la naturaleza de Dios (Heb. 1:3). Sin embargo, עִמָּ֥נוּ אֵֽל  (emanu-él) es un nombre que se da bajo un contexto histórico puntual, con una referencia tanto histórica como profética, esto es, un nombre con doble referencia (cf. Hag. 2:20-23; Eze. 29:12ss). Isaías 7:1ss dice que en los días de Acaz rey de Judá, Rezin, el rey de Siria junto con Peka, rey de Israel se habían unido para conquistar y dividirse Judá.  Tres niños son mencionados en estos capítulos (Isa. 7-9) como referentes proféticos de lo que Dios iba hacer, frente a esta amenaza que Judá estaba experimentando.

Niños
Nombre
Significado
Tiempo
Primer niño (7:3)
Sear-Jasub
Un remanente volverá
Histórico-profético
Segundo niño (7:14)
Emanuel
Dios con nosotros
Profético- escatológico
Tercer niño (8:3)
Maher-Salal-Hasbaz
El despojo se apresura
Histórico-profético

El primer llamado de Dios a Isaías, es que junto a su primer hijo (Sear-Jasub) salga al encuentro de Acaz, el nervioso rey de Judá. Este primer mensaje del profeta es para animar a Acaz  a no tener temor de estos dos tizones que se han confabulado (7:6) en contra de él, juntamente con el rey de Israel, Peka. El mensaje de Dios para Acaz es que esta coalición “no subsistirás, ni será…” (7:7), porque Damasco (Siria) sería conquistada por Asiria,  y Efraín (Israel) sería destruida. No fue menor la amenaza que Judá estaba experimentando, pues potencialmente esta alianza podía haber acabado la dinastía de la casa de David (v. 7:13) haciéndola florecer de Tabeel (7:6). Millos señala:

“El corazón de Acaz estaba inquieto por la situación en su entorno. Si la coalición entre Israel y Siria tenía éxito, la promesa de Dios en relación con el torno de David no se produciría. La promesa mesiánica de un descendiente de David en el trono, no tendría lugar (2 S. 7:12). Acaz trató de superar la situación que se producía por su propia fuerza, mediante alianza con los asirios. Dios envió a Isaías para alentar al Rey Acaz y anunciarle que la coalición enemiga no prosperaría, que debía descansar en el Señor y no inquietarse (Is. 7:4-7). El profeta le exhortó a pedir una señal a Dios como confirmación de las palabras que se le daba. Sin embargo, Acaz no confiaba en Dios, sino en sus propias alianzas, negándose a pedir una señal, en una falsa humildad” (Millos  2009:117).

Pide para ti una señal del SEÑOR tu Dios que sea tan profunda como el Seol o tan alta como el cielo. (Isa. 7:11) LBLA. Dios estaba mandando a Acaz a pedir una señal, (שְׁאַל [sheal] qal  imperfecto “preguntar”, “consultar”). A pesar de la respuesta de Acaz, Dios dio la señal por el profeta a la “casa de David” (Judá), cuestión que revela la importancia de esta profecía a los ojos de Dios. La señal: “Por tanto, el Señor mismo os dará una señal: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel.  Comerá cuajada y miel hasta que sepa lo suficiente para desechar lo malo y escoger lo bueno. Porque antes que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, será abandonada la tierra cuyos dos reyes tú temes.(Isa. 7:14-16) LBLA. Tres elementos concertarían esta señal.

1.     El niño nacería de una virgen[3]
2.     Le pondrá por nombre Emanuel
3.     Crecería en un tiempo de calamidad nacional
4.     Mientras fuera todavía muchacho, la coalición sirio-efraimita quedaría desecha. 

Así, antes que estos hechos ocurrieran el segundo hijo de Isaías nacería, cumpliendo sólo el último elemento de esta señal. Esto es, que: «…antes que el niño sepa clamar “padre mío” o “madre mía”, la riqueza de Damasco y el botín de Samaria serán llevados ante el rey de Asiria.» (Isa. 8:4) LBLA. El capítulo ocho, no es otra sección  aparte del capítulo anterior (7),  el relato comienza con וַיֹּ֤אמֶר  (vayyomer) [y” dijo”; “y habló”]). El profeta fue mandado a escribir en caracteres legibles acerca de este segundo hijo de Isaías, Maher-Salal-Hasbaz que significa: “El despojo se apresura, la presa se precipita. (Ryrie 1994:974). Finalmente en cumplimiento concreto de esta profecía, Tiglat-Pileser III rey de Asiria, destruyó a Damasco derrotando así, a Siria y a esta coalición, cuestión que trajo como consecuencia directa la destrucción completa de las tribus del norte, Israel, en el 722 a.C. (8:5ss). En cuanto a estos dos hijos de Isaías, el profeta reconoce que: “yo y los hijos que el SEÑOR me ha dado estamos por señales y prodigios en Israel, de parte del SEÑOR de los ejércitos que mora en el monte Sion. (Isa. 8:18) LBLA. En este contexto Dios no había dado más que estas señales, dejando claro que, quienes quisieran saber más, no debían escuchar ni ha médiums ni ha adivinos, la reprensión fue clara: “¡A la ley y al testimonio! Si no hablan conforme a esta palabra, es porque no hay para ellos amanecer[[4]].” (Isa 8:20) LBLA. Ambos hijos de Isaías fueron señales para el pueblo, sin embargo la señal de “Emanuel”, no vio su cumplimiento en días de Acaz. El capítulo nueve es un pasaje ligado a lo anterior; empieza con la preposición conjuntiva כִּ֣י  (ki) “porque, mas”. De esta manera RV60 Lee: “Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia…” (Isa. 9:1a). Judá estaba en angustia, a punto de ser eliminada políticamente, y a través de  Isaías Dios reveló al pueblo los días escatológicos de juicio venideros (“aquel día”; “en aquel día”; “en aquel tiempo” [7:17-25]) como las bendiciones de una era de paz (7:23-25). Pero también el profeta  entregó profecía de juicio histórico (8:6-12).

En cuanto a la señal de “Emanuel”, debe entenderse como una oráculo mesiánico, como dice Millos: “La señal es ofrecida a un rey de la dinastía de David, por tanto, debe entenderse como una promesa en el entorno mesiánico y dinástico hecha a la casa de David (2 S. 7:12-16)” (Millos  2009:117). Además de ello, la fraseología no puede aplicarse al segundo hijo del profeta, Maher-Salal-Hasbaz; pues la profetisa había dejado de ser virgen cuando “concibió” (7:3 cf. 8:3).  Debe advertirse que la profecía dice que la virgen le pondrá por nombre: עִמָּ֥נוּ  אֵֽל   (emanu-él), esto es: “Dios con nosotros”. Cuestión que puede entenderse de dos maneras. En primer lugar, Dios aún está a nuestro lado siendo Emanuel, sólo un símbolo de ello como era habitual en los nombres hebreos. Y, segundo, Emanuel sería por santuario entre los hombres (8:14). Esta última interpretación toma fuerza pues el mismo Isaías expande la connotación  mesiánica de este nombre (Emanuel) en el capítulo nueve que también es parte de la idea que viene desarrollando desde el capítulo seis. De manera que con כִּ֣י לֹ֣א  (kí lo) una conjunción ilativa con una negación (porque no…; así que no…) Isaías señala la unidad del pensamiento, llevando el pasaje a su clímax escatológico: Porque un niño nos es nacido,  hijo nos es dado,  y el principado sobre su hombro;  y se llamará su nombre Admirable,  Consejero,  Dios Fuerte,  Padre Eterno,  Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite,  sobre el trono de David y sobre su reino,  disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre.  El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.(Isa. 9:6-7).  Emanuel, “Dios con nosotros” entonces, toma un ribete distintivo, histórico, profético  y escatológico. Así, Isaías 9:6-7 describe las características de este niño, un niño con títulos que jamás niño alguno ha tenido. El resumen de Isaías respecto los nombres de este niño, es entonces como sigue:

Admirable
פֶּ֠לֶא  (péle)
Maravilla, algo extraordinario. péle yoéts = maravilla de consejero, es decir, un consejero admirable (Isa. 9:5/Isa. 9:6). (Chávez 1992:486)
Consejero
יוֹעֵץ֙ (yoéts)
Verbo, qal, participio. Aconsejar. De ahí, “maravilla” de consejero.
Dios Fuerte
אֵ֣ל גִּבּ֔וֹר (él-gibbor)
Dios poderoso. (cf. Isa. 10:21; Sal. 24:8; )
Padre Eterno
אֲבִיעַ֖ד (abiád)
אֲבִי  (abi), padre + עַ֖ד (ád) eterno.
Príncipe de Paz
שַׂר־שָׁלֽוֹם (sar-shalóm)
שַׂר (sar) principe + שָׁלֽוֹם (shalóm) paz

Cinco calificativos o títulos se adjudican a este niño: “Admirable”, “Consejero”, “Dios poderoso”, “Padre eterno” y “Príncipe de paz”; además, el profeta describe Su imperio y Su trono, como un trono eterno (Isa. 9:7). Sin embargo no son simples oficios, pues  cada uno de estos apelativos incluye una connotación sobre humana que en la historia de la nación no vio parangón humano alguno,  sólo, hasta que Jesús vino a nacer. Para Mateo todo esto aconteció  para que se cumpliese lo dicho por el “Señor” por medio de Isaías (Mt. 1:22), de esta manera el propio Mateo interpretó la profecía de Isaías aplicándola a mismo Jesús. Así, claramente  leemos:

“He aquí,  una virgen (παρθένος [parthénos])[5] concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.” (Mt. 1:23)

“Emanuel”, que traducido es: Μεθ᾽ ἡμῶν ὁ θεός (meth jémón jó Theós), “Con nosotros [el] Dios”  (Mt 1:23)

La aplicación de cada uno de estos oficios y títulos, sólo tiene directa relación con Jesús. Obsérvese el siguiente cuadro.



Primera venida
Segunda venida
Admirable
En sus venidas
Los magos y la estrella  Mt. 2:1-12; Lc. 1:31-35; 39-15; El “magníficat” de María  46-56; el “benedictus”, el salmo de Zacarías 67-79; el “nunc dimittis”, la oración de Simeón 2:29-35; 2:1-14
Isa. 2:12-19
Consejero
En su palabra
Lc. 4:15-22; Mr. 1:14,22ss; Mt. 5-7; Mr. 4:33; Jn. 7:46; Mt. 13:54; Lc. 24:32; Isa. 61:1-2a
Isa. 2:3; Isa. 61:1-2
Dios
En el perdón
Lc. 5:17-26; Jn. 8:56-58;

Fuerte
En sus obras
Lc. 6:17-19; 7:1-10; 11-17; 8:26-39; Mt. 8:1-4; 9:1-8; 8:23-27; Mc. 1:27; 4:41
Zac. 12:1-14
Padre
En su carácter  milenial
Mt. 3:13-17; 4:1-11; Jn. 10:30; 14:9
Isa. 40:11; 63:16; 64:8; Sal. 68:5,6; 103:13; Pro. 3:12
Príncipe
En su oficio de rey
Lc. 19:28-44; 27:27-44; Lc. 1:31-33; 2:7,11; Efe. 2:14; Hec. 2:30; Zac. 9:9; Miq. 5:2/Mt. 2:3-6
Apo. 19:11-16; Dan. 2:44-45; 7:13-14

Como se ha podido observar, Cristo no sólo es Dios por los adjetivos, calificativos y títulos que la Biblia le da, además, tiene todos los atributos de la deidad como: la omnipotencia (Mt. 8:3), la omnipresencia (Jn. 3:13; Mt. 20:28), la omnisciencia (Mt. 11:27; Col. 2:2-3), la eternidad (Jn. 8:58), la santidad (1 Ped. 1:19-20;2:22) y todo esto es demostrado además por la adoración de la cual es objeto (cf. Mt. 2:11; Lc. 24:52; Heb. 1:6; Apo. 5:11ss). Por todo esto, no fue casual que el concilio de Nicea (326 d.C.) condenara a Arrio, quien decía que Jesús era creado, señalando que Jesús era “homoiousios” en relación a Dios, esto es, solamente “similar” a Dios, lo cual fue refutado por Atanasio, quién  explicó que el Hijo era “homoousios”, esto es, de la misma sustancia que Dios. Aunque estos términos no aparecen en las Escrituras, fueron los que estos dos teólogos usaron para defender sus posiciones, y en especial, la que usó Atanasio y los concilios posteriores para subrayar la deidad de Cristo. Aunque al presente los arrianos modernos siguen cuestionando la divinidad de Cristo, las lecturas literales de sus propios interlineales, en este caso,  el “Interlineal griego-inglés”  de la Watchtower de 1969 (IGIW) son un contra argumento de Sus propias traducciones[6], si es que se les puede llamar “traducciones.”  


(IGIW 1969:884 [Fil 2:6])[7]

 
(IGIW 1969:417)[8]



Bibliografía


Brown E.  Raymond & Fitzmyer A. Joseph et al. 1972. Comentario Bíblico, “San Jerónimo” Tomo III. Huesca, Madrid, España: Cristiandad.
IGIW 1969. Interlineal griego-inglés  de la Watchtower 1986. Internet URL:
Kistemaker, Simón 2007.Comentario al Nuevo Testamento, Hechos. Grand Rapids, MI: Desafío.
Millos, P. Samuel  2009. Comentario exegético al texto griego del Nuevo Testamento, Mateo. Viladecavalls, (Barcelona): Clie.
Millos,  Samuel  2016. Comentario exegético al texto griego del Nuevo Testamento, Filipenses. Viladecavalls, (Barcelona): Clie.
Millos,  Samuel  2016. Comentario exegético al texto griego del Nuevo Testamento, Juan. Viladecavalls, (Barcelona): Clie.
Robertson, A.T. 2003.Al texto Griego del Nuevo Testamento; 6 Tomos en uno. Viladecavalls (Barcelona) España: Clie.
Ryrie, Charles 1994. Biblia de Estudio versión Reina Valera 1960. Grand Rapids, MI: Portavoz.
Ryrie, Charles 1993. Teología Básica. Miami, MI: Unilit.








[1]Hijo de Dios” (1 Cor. 15:28; Sal 2:6; Heb. 1:5; 5:5; Lc. 3:22).  “Hijo de David” (2 Sam. 7:12-16; Mr. 12:35-37; Mt.15:22; Lc. 18:38); “Señor” (Rom. 10:9; 1 Cor. 12:3; 2 Cor. 4:5; Fil. 2:11). “Salvador” (Isa. 43:11-13; Hec. 4:12; Rom. 5:8s; Jn. 3:16). “Rey de Reyes” (1 Tim. 6:15; Apo. 1:5; 19:16).
[2] Ser, existir, estar. Kistemaker señala: «El participio presente ὑπάρχων está en contraste directo con todos los aoristos que lo siguen, y por tanto tiene el sentido de un estado permanente: Cristo Jesús existía y existe eternamente “en la forma de Dios.» (Kistemaker 2006:74).
[3] La palabra hebrea para virgen aquí (Isa. 7:14) es עַלְמָה (almáh) y se refiere a una mujer joven, específicamente lista para casarse.
[4] RV60 lee: “¡A la ley y al testimonio!  Si no dijeren conforme a esto,  es porque no les ha amanecido.” Versus: “…es porque no hay para ellos amanecer” LBLA. La idea más posible aquí, y basados en el versículo que sigue (vs. 21ss) con  וְעָ֥בַר  (veabar) “y cruzarán”, señala unidad de pensamiento, siendo esto así, la traducción final del versículo 20 bien puede ser, “…no hay alba [de salvación] para ellos vs 21→ y pasarán por tierra fatigosa…”;  dejando la idea de que, quienes (del mismo pueblo)  animan al pueblo a consultar a los adivinos, no verán el amanecer de la salvación, sino que experimentarán el juicio de manera radical (v. 21-22). Cuestión que tiene base precedente escritural, debido a que las bendiciones de Dios a su pueblo, fueron también condicionales. 
[5]La idea de que Mateo adapta a su voluntad el traslado del texto cambiando la palabra doncella [עַלְמָה (almáh)]  por virgen [παρθένος (parthénos)] …confirma que la idea que se tenía del significado de la profecía de Isaías es la de virgen más que la de doncella, por tanto, la palabra que usa Mateo, bajo la dirección del Espíritu, es la que corresponde al pensamiento de Dios contenido en las palabras del profeta, por tanto, la virgen es María y Emanuel, es Jesús. (Millos  2009:119).
[6]En [el] principio la Palabra era, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios.” (Jn. 1:1) TNM.  “quien, aunque existía en la forma de Dios, no dio consideración a una usurpación, a saber, que debiera ser igual a Dios.” (Fil. 2:6) TNM.
[7]Who in form of God existing not snatching he considered the to be equal (things) to God”. Traducción literal: “El cual  en forma de Dios existe  no arrebatando consideró que el ser igual (cosas) a Dios.” (IGIW 1969:884).
[8]In beginning was the Word, and the Word was toward the god, and god was the Word. Traducción literal: “En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba hacia el Dios, y Dios era la Palabra.(IGIW 1969:417).